Fría y triste la noche,
Cubriendo su desventura,
Y en la cruz, tanta dulzura,
Que mirarla, estremece.
Tan solo El, se encuentra,
Entre clavos y sufrimiento,
Y apenas débil se divisa,
La luna que cubre su cuerpo.
Se lamentan hoy mis ojos,
Ante tanto como padece,
Este Cristo que en silencio,
En el desconsuelo, se muere.
Fría y triste la noche,
Y apenas débil se advierte,
La clara luz de la luna,
Que entre espinas se pierde.
Y una lanza traidora
Con yaga su pecho hiere,
En noche fría y triste,
Que sangre y agua vierte.
Sola camina la luna,
Ante su cuerpo inerte,
Y en la Cruz, tanta dulzura
Que mirarla, estremece.
Nota del autor
Escribir es un placer, temas tan elaborados, la religion, dios, el sentimiento y la fe envuelta en palabras, el sonido.
Amareversar
Blog poético dedicado por completo a la Semana Santa Jienense donde tendrán cabida y cobijo todas las imágenes, las hermandades los imagineros y personajes relacionados con este tema. Espero que nadie se sienta ofendido y si agradecido puesto que mi intención es engrandecer algo mas la literatura y la pasión por la Semana Santa de mi querida tierra.
lunes, 31 de agosto de 2015
viernes, 31 de julio de 2015
Al Crucificado
Sangra de tristeza, el Lirio morado,
Derramando por la herida prosa,
Que muere, como muere la rosa,
En llama de vida, fundido.
Todo luz, todo pureza,
Temblando como pétalo al viento,
Al perder en la cruz el aliento,
En un jardín de clavos y esperanza.
Generoso se ofrece lívidamente,
Como río repleto de amargura,
Que frondosa corre desde su frente.
Que triste la soledad del abandonado,
La de su rostro de dolor florecido,
El que da, amor y consuelo, Crucificado.
Nota del autor: Este tipo de rima son encantadoras, la fluidez del sonido, las palabras logra enaltecer el momento
Derramando por la herida prosa,
Que muere, como muere la rosa,
En llama de vida, fundido.
Todo luz, todo pureza,
Temblando como pétalo al viento,
Al perder en la cruz el aliento,
En un jardín de clavos y esperanza.
Generoso se ofrece lívidamente,
Como río repleto de amargura,
Que frondosa corre desde su frente.
Que triste la soledad del abandonado,
La de su rostro de dolor florecido,
El que da, amor y consuelo, Crucificado.
Nota del autor: Este tipo de rima son encantadoras, la fluidez del sonido, las palabras logra enaltecer el momento
martes, 30 de junio de 2015
Monte Calvario
Feneció mi corazón con su expiro,
Llora mi alma, el rojo clavel,
Que desprende su costado herido,
Como herida el alma de su Madre.
Lloran mis ojos la tristeza,
Que hoy yace en el Calvario,
Ilusión que se lleva el viento,
Al clavar de la lanza punzante.
Vivo bajo la piedra que me hunde,
Como hundida el alma de María,
Que desprende ríos de amargura,
Por el rosa nacarado de su cara.
Busco el sendero que me guie,
Hasta el pie de la abierta yaga,
Donde mana sangre sagrada,
Para darle vida, al ciego como yo.
Lamento la decisión inapelable,
Ilusión que se llevo el viento,
La mano que empuño el clavo,
Para dejarlo, tendido sin aliento.
Feneció mi corazón ante su Cruz,
Buscando el clamor de su presencia,
Que es hoy la más pura esencia,
Inerte en el Monte Calvario.
Llora mi alma, el rojo clavel,
Que desprende su costado herido,
Como herida el alma de su Madre.
Lloran mis ojos la tristeza,
Que hoy yace en el Calvario,
Ilusión que se lleva el viento,
Al clavar de la lanza punzante.
Vivo bajo la piedra que me hunde,
Como hundida el alma de María,
Que desprende ríos de amargura,
Por el rosa nacarado de su cara.
Busco el sendero que me guie,
Hasta el pie de la abierta yaga,
Donde mana sangre sagrada,
Para darle vida, al ciego como yo.
Lamento la decisión inapelable,
Ilusión que se llevo el viento,
La mano que empuño el clavo,
Para dejarlo, tendido sin aliento.
Feneció mi corazón ante su Cruz,
Buscando el clamor de su presencia,
Que es hoy la más pura esencia,
Inerte en el Monte Calvario.
domingo, 24 de mayo de 2015
Santísima Virgen de las Angustias
Autor: José de Mora..
Cronología: Finales del S.XVIII.
Material: Madera y telas encoladas y policromadas.
Análisis Artístico: Magnifica pieza escultórica que muestra a la Virgen sosteniendo en sus rodillas el cadáver de su hijo muerto, con la cruz desnuda al fondo. La dolorosa inclina la cabeza hacia el lado derecho y dirigí la mirada hacia el rostro de Cristo. Los ojos son de pasta vítrea y las pestañas, postizas las superiores y pintadas en el párpado inferior.
Lleva seis lágrimas de cristal, tres en cada mejilla. La nariz es alargada y la boca , entreabierta, permite ver la lengua y la dentadura talladas. También se representa a María con las manos cruzadas sobre el pecho, recordando al modelo granadino instaurado por Mora en la Virgen de la Soledad.
La imagen es de talla completa, presentando la túnica y el manto modelados en tela encolada y policromados.
Al verla he comprendido su agonía,
Con siete puñales hundidos de plata,
En su pecho de Madre Dolorosa,
Que muere a los compas de los latidos.
Latidos que navegan por sus labios,
Sin consuelo a la soledad de su quebranto,
Queriendo ser yo, pañuelo a su llanto,
Ante la pena callada, de su pureza Divina.
Más quisiera, blanca flor de la humildad,
Rezarte, ahora que la pena te inunda,
Y caminar junto a Ti, rosa de mis entrañas,
Para llenarme Vos, en esta agonía.
Agonía, que la llena de pena y tristeza,
A orillas del viento que la mece,
Y la muerte que hoy esta presente,
Apoyada, en tu regazo de Madre.
Aposento que llora por los rincones,
Esencia dolorida, que dolorida camina,
Con el pecho herido y angustiado,
Por el camino que camina al calvario.
Pero el día se marchita al verla,
Con tanto filo, clavado en su pecho,
Que la hace morir, llena de vida,
Como el pueblo, que muere con Ella.
Cronología: Finales del S.XVIII.
Material: Madera y telas encoladas y policromadas.
Análisis Artístico: Magnifica pieza escultórica que muestra a la Virgen sosteniendo en sus rodillas el cadáver de su hijo muerto, con la cruz desnuda al fondo. La dolorosa inclina la cabeza hacia el lado derecho y dirigí la mirada hacia el rostro de Cristo. Los ojos son de pasta vítrea y las pestañas, postizas las superiores y pintadas en el párpado inferior.
Lleva seis lágrimas de cristal, tres en cada mejilla. La nariz es alargada y la boca , entreabierta, permite ver la lengua y la dentadura talladas. También se representa a María con las manos cruzadas sobre el pecho, recordando al modelo granadino instaurado por Mora en la Virgen de la Soledad.
La imagen es de talla completa, presentando la túnica y el manto modelados en tela encolada y policromados.
En su regazo, Dios
Al verla he comprendido su agonía,
Con siete puñales hundidos de plata,
En su pecho de Madre Dolorosa,
Que muere a los compas de los latidos.
Latidos que navegan por sus labios,
Sin consuelo a la soledad de su quebranto,
Queriendo ser yo, pañuelo a su llanto,
Ante la pena callada, de su pureza Divina.
Más quisiera, blanca flor de la humildad,
Rezarte, ahora que la pena te inunda,
Y caminar junto a Ti, rosa de mis entrañas,
Para llenarme Vos, en esta agonía.
Agonía, que la llena de pena y tristeza,
A orillas del viento que la mece,
Y la muerte que hoy esta presente,
Apoyada, en tu regazo de Madre.
Aposento que llora por los rincones,
Esencia dolorida, que dolorida camina,
Con el pecho herido y angustiado,
Por el camino que camina al calvario.
Pero el día se marchita al verla,
Con tanto filo, clavado en su pecho,
Que la hace morir, llena de vida,
Como el pueblo, que muere con Ella.
jueves, 23 de abril de 2015
Mirando sus ojos
Mirando tus ojos Señora,
Rosa mítica de terciopelo,
Que son clara luz de cielo,
Y de mis penas, el consuelo.
El viento llora a su paso,
Al paso, de esta flor nacarada,
Que es sendero y morada,
Con blancura Inmaculada.
La cera por Ella se derrite,
Entre inciensos y romero,
Suspirando un te quiero,
La luna el sol y el lucero.
Más brillan por Ella las estrellas
En este día de dolor,
Vendita Madre de Dios,
Sagrario infinito de amor.
Amor a la más pura flor
Al más claro vergel,
A la paloma, que a Jaén asoma
Envuelta en fresco aroma.
Sus ojos, luz de cielo
Refugio y manto de amor,
Devoción, plegaria y oración,
A esta Madre, de llanto inagotable
Rosa mítica de terciopelo,
Que son clara luz de cielo,
Y de mis penas, el consuelo.
El viento llora a su paso,
Al paso, de esta flor nacarada,
Que es sendero y morada,
Con blancura Inmaculada.
La cera por Ella se derrite,
Entre inciensos y romero,
Suspirando un te quiero,
La luna el sol y el lucero.
Más brillan por Ella las estrellas
En este día de dolor,
Vendita Madre de Dios,
Sagrario infinito de amor.
Amor a la más pura flor
Al más claro vergel,
A la paloma, que a Jaén asoma
Envuelta en fresco aroma.
Sus ojos, luz de cielo
Refugio y manto de amor,
Devoción, plegaria y oración,
A esta Madre, de llanto inagotable
Nota del autor La escritura de un poema, lleva una rima unica, dificil de lograr muchas veces y otras veces la impronta pide esa armonia unica.
sábado, 21 de marzo de 2015
Llanto por el Descendido
Costado ahogado en muerte,
Doblado en la sangrienta cruz,
Colgante sobre el peso inerte,
Vida acabada en soledad.
Sufrimiento callado a la ofensa,
Por beso traicionero, entregado,
Ofendido y crucificado,
Rayo de luz, poco a poco, agotado.
Alma quemada en dolor,
En cansados brazos reposas,
Dulces como ramos de rosas,
Consumida ante tu mirada.
Frío que recorre sin parar,
El rostro que dolor refleja,
Cuanta congoja me da,
Al mirar al descendido.
Roto, como el aliento que se apaga,
Las espinas envuelven su frente,
Débil luz, en noche aciaga,
De una esperanza, acabada en agonía.
Llanto inocente por el sufrir,
Del doloroso rostro sin par,
Que dolorida lleva una herida,
Como el costado ahogado en muerte.
Doblado en la sangrienta cruz,
Colgante sobre el peso inerte,
Vida acabada en soledad.
Sufrimiento callado a la ofensa,
Por beso traicionero, entregado,
Ofendido y crucificado,
Rayo de luz, poco a poco, agotado.
Alma quemada en dolor,
En cansados brazos reposas,
Dulces como ramos de rosas,
Consumida ante tu mirada.
Frío que recorre sin parar,
El rostro que dolor refleja,
Cuanta congoja me da,
Al mirar al descendido.
Roto, como el aliento que se apaga,
Las espinas envuelven su frente,
Débil luz, en noche aciaga,
De una esperanza, acabada en agonía.
Llanto inocente por el sufrir,
Del doloroso rostro sin par,
Que dolorida lleva una herida,
Como el costado ahogado en muerte.
jueves, 26 de febrero de 2015
Manantial de belleza
Su nombre lleva cielo
El que guía nuestro fervor,
Prodigio cuajado de amor,
Dios te Salve, Madre de Dios.
Ella, flor del celeste jardín,
La más humilde doncella,
Siendo entre las rosas, la más bella,
Rindiéndose ante Ella, sol, luna y estrella.
La humildad cubre su rostro,
Que reclina dando paz,
Llenando de consuelo el sendero,
En este día, de eterna Resurrección.
Su belleza, manantial de amor,
Repleta de un candor Inmaculado,
Junto a su Hijo, Jesús Resucitado,
Que luce, luz y grandeza.
Su nombre, sentimiento profundo
De dulzor y humilde grandeza,
Que es sinónimo de pureza
En este día, pórtico de alabanza.
Y de gloria viene Victoria,
Con llagas de Sagrado dolor,
Dios te Salve, Madre de Dios,
Prodigio cuajado de amor.
Nota del autor: me encantaria convertir este poema en canción
El que guía nuestro fervor,
Prodigio cuajado de amor,
Dios te Salve, Madre de Dios.
Ella, flor del celeste jardín,
La más humilde doncella,
Siendo entre las rosas, la más bella,
Rindiéndose ante Ella, sol, luna y estrella.
La humildad cubre su rostro,
Que reclina dando paz,
Llenando de consuelo el sendero,
En este día, de eterna Resurrección.
Su belleza, manantial de amor,
Repleta de un candor Inmaculado,
Junto a su Hijo, Jesús Resucitado,
Que luce, luz y grandeza.
Su nombre, sentimiento profundo
De dulzor y humilde grandeza,
Que es sinónimo de pureza
En este día, pórtico de alabanza.
Y de gloria viene Victoria,
Con llagas de Sagrado dolor,
Dios te Salve, Madre de Dios,
Prodigio cuajado de amor.
Nota del autor: me encantaria convertir este poema en canción
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